lunes, 11 de mayo de 2015

La historia de Selay




Hace poco leí una historia bastante inspiradora sobre un artesano de instrumentos tradicionales en Kashgar. ¡Permitidme compartirla con todos vosotros!

“El cambio es bueno para el desarrollo de la música, porque de la fusión de distintos estilos siempre emerge algo nuevo”. Estas son las palabras de Ababakri Selay, un experto artesano que lleva fabricando instrumentos tradicionales uigures durante cinco generaciones. Ha sido testigo en primera persona de todos los cambios que ha sufrido su país durante las últimas décadas: el gobierno chino imperial, la independencia, la influencia rusa, la guerra civil y, de nuevo, el gobierno chino.  Pero a pesar de todo y de la reciente irrupción de la música pop china en el panorama musical del país, Selay sigue vendiendo en su tienda casi 40 tipos distintos de instrumentos, muchos de los cuales ha diseñado él mismo, fusionando ideas chinas y de los países vecinos de Asia Central. “En Kashgar aún gustan más las canciones tradicionales que la música pop. Las canciones pop hacen fortuna un tiempo, pero luego la gente vuelve a la música y a los instrumentos tradicionales.”

A sus 80 años recién cumplidos, Selay sigue levantándose cada día a las seis de la mañana para dedicarse a aquello que le apasiona realmente, justo después de haber realizado sus abluciones y rezar antes de desayunar como indica la tradición musulmana.

Su ciudad de Kashar está atravesando profundos cambios impulsados por los planes de modernización de tipo occidental de Beijing. La población uigur es cada vez menor y va paso de convertirse en la población minoritaria debido a la llegada masiva de chinos han en Kashgar. Sin embargo, Selay afirma tranquilo: “Si hay personas que se están haciendo más ricas en Kashgar, cada vez más gente podrá permitirse comprar buenos instrumentos musicales. Eso puede ser una ayuda para el futuro de mi familia”.

Y es que, Selay es un claro ejemplo de las miles de personas pertenecientes a diferentes minorías chinas que luchan cada día por preservar sus tradiciones, costumbres y lenguas. Si no fuera por personas como él, nuestro acervo cultural que conforma nuestra identidad como nación sería victima una vez más de la globalización y modernización que “amenaza” nuestro presente. Transmitir de forma oral y de generación en generación las labores artesanas para asegurar el mismo nivel de excelencia durante los siglos es el objetivo de personas como Selay que hacen de nuestra sociedad un mundo donde la mezcla del pasado y del presente se fusiona de forma excepcional.

“Me siento afortunado por haber podido viajar a La Meca, y también a lo largo China y Pakistán. Pero Kashgar es mi hogar y aquí pasaré el resto de mis días.”


Entrada publicada por Carlota Fenoy García



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